Un proyecto trabajado durante más de un año por el Chef José Andrés, los hermanos Adriá y Juli Capella, y un diseño conceptual basado en el concepto del mercado y el pueblo típicos españoles. El resultado es un espacio a la altura de la gastronomía española en el corazón de Nueva York.
El Mercado Little Spain es un conglomerado gastronómico con auténtico ADN español: el concepto, el diseño, el arte, la gráfica... Un gran proyecto muy trabajado que arranca en 2016, y que refleja la diversidad humana que se une alrededor de la comida, las tradiciones y la hospitalidad típica española.
En esta hicontract talk que realizamos el 22 de junio, Juli Capella nos presentó este proyecto que traslada un mercado típico español al corazón de Manhattan. La apuesta ha sido radical: para ofrecer la mejor gastronomía española, es necesario hacerlo desde un espacio con decoración española, con materiales y mobiliario, sillas, mesas y lámparas, de las mejores empresas españolas.
Situado bajo un impresionante rascacielos, este pequeño gran mercado está organizado en 15 “paradas”, cada una con un diseño diferente y relacionado con el producto que ofrecen. Por ejemplo, la churrería está ubicada en un remolque como el de las auténticas churrerías de los pueblos y las ferias. Una granja, una coctelería, frutas y verduras, jamón y queso, una pastelería… cada espacio tiene un diseño y una personalidad propia.
El espacio contiene también dos restaurantes formales, Leña y Mar. Leña fue una auténtica locura de diseño, que ofrece un espectáculo impactante cocinando las paellas frente al comensal con fuego auténtico. Mar está dedicado al pescado, y todo su interiorismo nos lo recuerda. Este espacio cuenta con un mural de Javier Mariscal, que dota de vida a un espacio que siendo interior, parece más abierto al exterior que ninguno.
En el centro, encontramos la Plaza Mayor, el sitio en el que quedar. Una área presidida por una gran lámpara escultórica que nos recuerda a un espacio exterior, y con un pavimento que nos recuerda al confetti que queda en el suelo después de una fiesta.
Debajo de la robusta estructura metálica del High Line, en un espacio un poco más desconectado del núcleo del mercado, se encuentra el Spanish Diner, con gráfica y decoración de Mikel Urmeneta, y en el que también encontramos la mesa-futbolín ideada por José Andrés. En la entrada se ha colocado también un kiosko y una parada de flores.
Al finalizar la presentación, contamos con la presencia en la mesa de debate, de representantes de dos de nuestras empresas asociadas, Albert Gràcia de Recover Grup, y Víctor Llorens de Ragno.